El Rosin es el nuevo concentrado de cannabis que se está convirtiendo rápidamente en el extracto favorito de los dabbers y los entusiastas del hachís casero. ¿Por qué? Porque es puro, limpio y muy fácil de hacer. Probablemente ya estarás familiarizado con concentrados como el BHO y sus derivados más finos, como el honeycomb, el shatter o el wax. Todos son potentísimos, con un nivel de THC mayor del 50%. Lo malo es que hay que extraer la resina con productos químicos peligrosos, por lo general, gas butano. El Rosin, sin embargo, es el champán de los concentrados, y cumple con todas las expectativas. Es fácil de preparar en casa, súper potente, y tiene un aspecto genial, parecido a un pegajoso ámbar fumable. El Rosin casero es igual de potente que el mejor BHO de producción profesional, y a veces incluso más, y su proceso de elaboración no es tan complicado ni peligroso. De todos los extractos que existen, el Rosin está a la par con el hachís de hielo, o Ice-Hash, por ser el la más na